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Arquitectos: Recoveco Taller de Arquitectura
- Área: 185 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Ariadna Polo
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa se desplantó en un terreno de 240m² a 15 minutos del pueblo de Tulum, en un contexto selvático y poco intervenido, arboles tropicales endémicos se encontraban dentro y fuera del perímetro.
La composición de la casa se basa en dos volúmenes divididos por un vestíbulo de acceso, en el primer volumen una recamara/estudio en planta baja y una terraza de contemplación en planta alta, éste volumen divide el oriente del poniente, dando privacidad a todo el programa social. El segundo volumen lo compone una estancia, ½ baño, cocina, barra de comensales, cuarto de lavado, jardín, terraza y alberca en planta baja, y dos habitaciones en planta alta con baños independientes. Ambos volúmenes y todos estos espacios se vinculan estrechamente al Jardín que se pensó como el espacio protagonista de éste proyecto buscando borrar los límites entre el afuera y adentro.
El concepto de ésta casa nace de la abstracción del Coral como refugio y cómo hábitat, incorporando un lenguaje que a través de cavidades, recovecos y porosidades nos remita a habitar una escultura natural, una estructura permeable y monolítica en medio de la selva.
La propuesta material se consolidó abrazando la neutralidad de los tonos grises del cemento pulido en contraste con la luz natural, lo que nos permitió matizar los espacios de convivencia con abundante luz natural, así como atenuar la privacidad en las habitaciones y baños. El diseño de la celosía parte de una abstracción de la porosidad de los corales, mimetizándose con elementos tradicionales de la región. Así mismo el piso de pasta también hecho a base de cemento, fue seleccionado por su trascendencia en la zona y fabricado en un taller local, beneficiando a los artesanos y productores.
El vestíbulo de acceso se vuelve un distribuidor, dos puertas de madera enmarcan una escalinata escultórica. En la Planta Baja, el sol va migrando a los huéspedes de un lugar a otro, en la mañana desde la cocina se contempla el alba, a mediodía el cenit baña la terraza y la alberca, y por la tarde el ocaso se contempla desde el jardín y la terraza del estudio.
En la planta alta del estudio se pensó en un espacio para la introspección, la sombra de un gran árbol baña ésta terraza la mayor parte del día, volviéndolo un refugio temporal. Hay un juego constante entre la solidez y la porosidad, la intimidad y la exposición.